15/12/2012
Teníamos muchas ganas de salir a disfrutar de la nieve y esta vez por fin se iba a apuntar Cele, que entre las cosas del embarazo y la lactancia llevaba un par de años sin hacer una invernal. Sin embargo durante la semana había nevado bastante y por encima de 2.000 m daban un riesgo de aludes importante.
Así que decidimos ir a la zona del puerto de Cotefablo donde hay varias cimas "amables" que rozan los dos mil metros y que son adecuadas para cuando las cosas están feas en cotas superiores. Algunos de estos picos son el Pelopín, el Modeniero, el Tozal de las Comas, el Toronzué, etc. Ideales para hacer con raquetas o esquí de travesía sin mayores complicaciones.
Nos dirigimos a Linás de Broto y una vez allí nos decidimos por el Pelopín. Ambiente totalmente invernal, pisando nieve nada más salir del coche. El cielo bastante cubierto, pero con algún claro. Y una temperatura muy agradable.
Para ir al Pelopín se puede dejar el coche en la boca del túnel de Cotefablo, evitando unos metros de desnivel. Pero habíamos venido a andar, así que salimos desde Linás de Broto. Con la idea de que si daba tiempo haríamos un recorrido circular, subiendo por Linás de Broto, bajando por el túnel y volviendo a Linás por un sendero (al final no pudo ser).
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Salida desde Linás de Broto |
Para coger el camino al Pelopín se atraviesa el pueblo y se sigue un sendero que está indicado hacia Oto y que tras pasar el pueblo cruza el río por un puente románico. Con el terreno cubierto por la nieve recién caída nos costó un poco encontrarlo y estuvimos un rato dando vueltas como pollinos mirando el gps hasta que finalmente dimos con el puente.
Continuamos un rato por ese sendero que lleva a Oto, y que va rodeando la montaña, y en un desvío nos encaramos ya hacia arriba. Posiblemente haya un sendero más directo, pues más adelante encontramos otro desvío donde hipotéticamente se debía unir este camino más directo.
La primera parte del recorrido transcurre por pinar. A mitad del pinar ya nos pusimos las raquetas. Cuando se acaba el pinar, se toma el lomo de la montaña. Justo aquí nos empezó a nevar, pero duró poco (más o menos lo que nos llevó ponernos los impermeables y cubrir las mochilas).
Continuamos por el lomo. Se llega un punto donde el camino se une con otro camino que va por el otro lado del barranco de Buchosa (habíamos visto algún track que iba por ahí) o con el camino que viene de Oto. A partir de ahí empieza la subida más fuerte a la cima.
Jaume, que está hecho un toro después de un verano entre los Alpes y el Karakorum, abría traza con facilidad y en seguida nos plantamos en la antecima. Justo en ese momento, estaban más bajas las nubes y no se veía “un huevo”; así que para no ver nada decidimos darnos la vuelta allí mismo, a unos metros de la cima (como suele ocurrir en algunas grandes gestas del Himalaya).
Como no había ni dios, nos tuvimos que hacer las fotos a turnos:
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Cele y Carlos |
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Jaume y Cele |
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Jaume y Carlos |
Durante la bajada en algún momento en que se abrían las nubes podíamos contemplar las murallas de Ordesa y Tendeñera.
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Mondarruego |
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Tendeñera |
Lo que si que se veían bien eran los picos que quedan encima de Linás de Broto y que nos apuntamos para otra ocasión
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Mondeniero |
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Torunzué |
Llegamos a Linás de Broto después de unas 6 horas de travesía y unos 800 m de desnivel . Gran día de montaña en el que volvíamos a coincidir los dos con nuestro amigo Jaume (pues igual desde la GR-20 de Córcega).
Por cierto sin haberlo planeado nos hemos comprado las mismas botas y creo que son iguales que las de Jesús. Señores de North Face, para cuando un patrocinio a este grupo de intrépidos alpinistas ?.
Track: