lunes, septiembre 27, 2010

Peña de las Once

26/09/2010
El viernes fuimos al refugio de Vall Ferrera con el plan de hacer la Pica de Estats el sábado y alguna otra cosa el domingo. El sábado amaneció lloviendo. A pesar de ello, emprendimos la excursión hacia la Pica chispeando y a medida que íbamos subiendo la lluvia se convertía en nieve, cada vez más intensa. No tenía pinta de despejar y nos dimos la vuelta con la idea de intentarlo el domingo, que la previsión era mejor. No paró de llover en toda la mañana y la gente que iba volviendo contaba que en el primer ibón había ya un palmo de nieve. Como veíamos que el domingo también iba a estar complicado llegar a la Pica nos volvimos para casa.

Nos habíamos quedado con ganas de monte. Así que el domingo, inspirados por el blog de Manuel, subimos a Peña de las Once desde Plan. Nos hizo un día estupendo, de esos en los que no hay ni una sola nube en el cielo y fue una excursión realmente bonita y bastante exigente (unos 1.600 m de desnivel).

Salimos desde Plan, justo detrás de las piscinas municipales (a unos 1.080 m de altitud). Se puede ir por pista hasta el inicio del sendero; pero qué demonios, habíamos venido a andar. Así que hicimos el trozo de pista andando y luego emprendimos el sendero hacia la Basa de la Mora o Ibón de Plan (el inicio está indicado).

El trayecto al ibón discurre por bosque y aunque la subida no da tregua el recorrido se hace agradable. Por el camino observamos el Bachimala y los Cullfredas cubiertos con las primeras nieves. En unas dos horas y media llegamos a la Basa de la Mora (1.913 m). Este es uno de los lugares más bonitos del Pirineo, quizá por el contraste entre los prados y pinares que rodean al ibón y las impresionantes paredes de la Peña de la Una y la Punta Llosat. Aprovechamos para tomar un tentempié y continuamos.

Luego hay que ir a la Colladeta del Ibón, que es collado que comunica con el Valle de Benasque (Barbaruens). Para ello se debe coger una senda que sale al inicio del ibón. La salida está señalizada con un cartel, pues es tramo de la GR-15. Al principio de la senda hay que ganar bastante nivel, casi hasta la tartera que hay bajo las peñas y luego continuar hasta el fondo del valle ganando altura más progresivamente. Está señalizado con marcas de GR, pero es confuso y hay multitud de senderos secundarios. A la ida nos liamos un poco y fuimos por un sendero que va un poco más abajo, es una opción válida pero es más incomodo (por los pinos que hay que ir esquivando). El caso es que llegamos al collado (2.345 m), tras unas cuatro horas desde la salida.

Una vez en la Collateda del Ibón, justo a nuestra izquierda (mirando al valle Benasque) sale el sendero que nos llevará a la Peña de las Once. Se rodean los resaltes que dan al collado por la vertiente de Barbaduens y luego se sube por un terreno pendiente y algo descompuesto hasta alcanzar la cresta que viene desde la Peña de las Diez. Ahí ya pudimos disfrutar de unas buenas perspectivas de las Maladetas y del Aneto. La Peña de las Diez estaba allí mismo, pero la dejamos estar.

Continuamos por la cresta hasta la Peña de las Once. La cresta no tiene ninguna dificultad especial ni ningún paso aéreo.


Al poco alcanzamos la cinta de la Peña de las Once (2.650 m), en total nos había llevado cinco horas y media desde Plan. Desde la cima había unas vistas magnificas, el cielo estaba completamente despejado y además las montañas más altas estaban nevadas del día anterior y destacaban más. Hacia el N. Mte. Perdido y los Astazus, el valle de Pineta, La Munia y los Cullfredas, el Bachimala quedaba tapado. Hacia el E., justo en frente, los Eristes y más a lo lejos todo el macizo de las Maladetas y el Aneto. Hacia el O. las imponentes paredes de la Punta Llosat y la Punta Alta, también asomaba la cima del Cotiella.

Tras comer en la cima, nos volvimos por el mismo camino. Se puede bajar directamente al Ibón por una tartera, pero parecía más incomodo. También se puede continuar por la cresta hasta la Peña del Mediodía y luego bajar por otra tartera.

Cervecita en Plan y para casa.

Fotos:

Peña de las Once


Reseña y video de Jesús: aqui

jueves, septiembre 16, 2010

Pico Aragüells y Aguja Juncadella

11/09/2010
Este fin de semana, que se prevía soleado, decidimos subir al Pico de Aragüells y a la Aguja Juncadella. Uno de los motivos era disfrutar de las vistas del Aneto y las Maladetas desde esa perspectiva. La idea era subir por Ballibierna y bajar por Cregüeña. Ah !, y como cuando uno está sentado planificando las excursiones no falta el optimismo, también habíamos incluido el Pico Cordiel como un objetivo opcional.

El viernes pasamos noche en el Pájaro Loco de Castejón de Sos, uno de nuestros campos base habituales y degustamos un suculente "número 4" en Casa Juan (longaniza con huevos fritos).

El sábado a las 07:30 cogimos en Senarta el autobús que lleva a Ballibierna, que nos dejó en el Refugio de Pescadores a eso de las 08:00. El itinerario al Aragüells sigue el camino habitual hacia el Aneto desde esta vertiente. Comenzamos a caminar ascendiendo hacia los ibones de Coronas.

Fuimos subiendo a buen ritmo hasta llegar al Ibón del Medio. Para ir al Aragüells, un poco antes de llegar a este ibón hay que desviarse hacia el Noroeste. Nosotros nos dimos cuenta un poco tarde y esto nos obligó a perder algo de nivel.

Después del Ibón del Medio, encaramos la subida hacia el collado de Cregüena. A partir de ahí el camino discurre entre bloques de piedra y nos liamos un poco. Siguiendo hitos nos desviamos demasiado hacia la cresta de Cregüeña, teniendo que rectificar posteriormente. El camino hacia el collado va por el centro de la tartera y es bastante directo.

Ya veíamos perfectamente nuestros objetivos y según ascendiamos las vistas comenzaban a ser magnificas. Empezabamos a tener buenas perspectivas de la imponente cresta de Llosás y de los ibones de Coronas, que quedan debajo; todo ello dominado por el Aneto.

Jaume tuvo un pequeño incidente: pisó una piedra que se movió un poco y fue directo a comprobar la dureza del suelo. El resultado, un corte en el brazo del que empezó a emanar bastante sangre. Suerte que Cele no se pierde ni un capitulo de Anatomía de Grey; así que le hizo una cura y afortunadamente la cosa no fue a más.

Comenzamos a atacar la subida al pico antes de llegar al collado, pero pronto descubrimos que se trataba de un error. En esa zona el terreno está muy descompuesto y das dos pasos para adelante y uno para atrás. Rectificamos y fuimos flanqueando para tomar la ruta que sube desde el collado de Cregüeña y que discurre siguiendo la arista por un terreno mucho más firme.

Sin más dificultad que el desnivel de los últimos metros y alguna trepada fácil entre bloques, alcanzamos la cima del Aragüells (3.037 m). Nos había llevado unas 4 h., percance incluido. El día estaba claro y pudimos deleitarnos con unas espectaculares vistas de los picos y crestas que nos rodeaban.

Muy cerca, hacia el nordeste destacaban la Maladeta y el Maldido, rodeando el azulado ibón de Cregüeña. Continuando el cordal, por encima de los ibones de Coronas, sobresalía el Aneto. Desde donde estabamos podíamos observar el gentío que se dirigía al Aneto y los montañeros que estaban negociando el Puente de Mahoma. Detrás del Aneto, y por encima de la cresta de Llosás, aparecían el Tempestades, el Magalida y levemente el Russell.

Más a lo lejos, hacia el oeste, divisábamos los Eristes, el Posets, el Bachimala y el macizo del Perdiguero (pico en el que habíamos estado justo una semana antes).

Después de un buen rato en la cima, nos dirigimos hacia el siguiente objetivo del día: La Aguja Juncadella, que desde el Aragüels parecía más difícil de lo que realmente es. Así que descendimos al collado, dejamos allí las mochilas y nos dirigimos decididos hacia la aguja.

Bordeamos un primer gendarme situado junto al collado. El siguiente resalte lo superamos perdiendo un poco de altura por la vertiente de Coronas. Continuando el ascenso nos encontramos con el paso de grado II, una placa inclinada con pocos agarres que se supera sin demasiados problemas (al menos con la roca seca). Seguimos avanzando entre los bloques que forman la cresta, teniendo que usar las manos en alguna ocasión. Un poco antes de la cima nos encontramos con una última dificultad, que consiste en sortear un bloque mediante una sencilla trepada por su izquierda (igual es eso el paso de grado II). Sin más, salimos a unos metros de la cima y andando alcanzamos la cima de la Aguja Juncadella (3.021 m).

Vistas similares al Aragüells, pero cambiando ligeramente la perspectiva. Estabamos en el inicio de la cresta de Cregüeña, compuesta por enormes bloques y paredes verticales sobre el Ibón de Cregüeña. Impresiona y es realmente admirable quien se atreve a meterse por ahí.

Deshicimos el camino por la cresta, llegamos al collado y comenzamos la bajada al Ibón de Cregüena. La bajada rodea por debajo la cresta de Cregüena y es entretenida. Primero transcurre entre bloques y luego por piedra suelta, pero se compensa con las espléndidas vistas de ibón. En una media hora alcanzamos el ibón y luego rodearlo nos llevó unos 45 minutos.

Aún nos quedaba una buena bajada por delante. Así que sin entreternos mucho empezamos a bajar de Cregüeña. Hay como tres fases: primero se baja a través de grandes bloques, luego por un camino de tierra bastante pendiente y finalmente por bosque. La bajada se hizo larga, pero disfrutamos de las cascadas de hay en el barranco y de un remojón de pies en un prado que hay justo antes de empezar el bosque.

Al llegar a la pista, tuvimos que andar una media hora más para llegar al coche, que estaba en Senarta. En total estuvimos unas 12 h y pasamos un gran día de montaña.

Aragüells y Aguja Juncadella


lunes, septiembre 13, 2010

Jesús estrena blog

Mi amigo Jesús estrena blog. Jesús es un hombre que no para: hace excursiones por la montaña, salidas con la bici de carretera y montaña, corre medias maratones, nada y hasta se atreve con pasar tardes enteras de compras. Lo único que le separa del Ironman son sus debilidades gastronómicas, jeje.

Además hace buenas fotos y videos, así que seguro que vale la pena pasarse de vez en cuando por su blog a ver que cuenta.

Blog de Jesús: Desde el Valle

domingo, septiembre 05, 2010

Perdiguero

04/09/2010
Ascensión al Perdiguero (3.222 m) por el valle de Literola.

Aprovechando la forma adquirida en la GR-20 decidimos acometer la ascensión que teníamos pendiente al Perdiguero, que en 1 jornada son unos 1.600 m de desnivel. La subida nos resultó cómoda y en unas 5 h nos plantamos en la cima sin habernos cansado demasiado. Lástima que esta forma se pierda tan rápido. Sin embargo, en la bajada sufrimos el desgaste de la GR-20 y aparecieron molestos dolores en rodillas, tobillos y pies.

Salimos de Monzón, atravesamos Benasque y aparcamos el coche cerca de la entrada del Valle de Literola. La primera parte del recorrido transcurre remontando el valle de Literola entre verdes prados. Al ganar altura empezamos a disfrutar de las vistas de las Maladetas y la cresta de Cregüeña. El camino está bien señalizado, hay marcas rojas de pintura hasta el desvio a la Cabaña de Literola y azules hasta el Ibonet.

En unas 2 h llegamos al Ibonet de Literola, donde aprovechamos para echar un bocado. Desde allí subimos hacia el collado que da al valle de Estós. Para ello la senda sale hacia nuestra izquierda según subimos, evitando el barranco que baja directamente del Ibón de Literola.

Después del collado (Collada Ubaga) se sigue avanzado un poco, rodeando un primer resalte que hay en la cresta del Perdiguero y más o menos donde se enlaza con la senda que viene del Ibón de Literola surge una especie de camino señalizado por hitos que asciende entre el montón de rocas hasta la cresta. En la subida no vimos este camino y continuamos flanqueando un poco más por debajo de la cresta. Luego tuvimos que subir directamente, no es que haya mucha diferencia de terreno, pero al menos siguiendo los hitos sabes que vas bien.

La cresta del Perdiguero no presenta ninguna dificultad. Es amplia y no hay ningún paso aéreo. Progresando por la cresta se alcanza primero el hito E. del Perdiguero (3.170 m) y continuando un poco más se llega a la cima del Perdiguero (3.222 m).

Hacía un día estupendo y pasamos 1 h en la cima disfrutando de las vistas , haciendo fotos y comiendo. El Perdiguero es un magnifico mirador del Pirineo. Hay unas vistas espectaculares del Posets, de los picos que rodean el Valle Estós (Seil dera Baquo, Gourgs Blancs, etc), de los que rodean Literola y Remuñe (Crabioules, Tussé de Remuñe, Maupas, Boum) y de los tresmiles que quedan en la vertiente francesa (Lézat, Gran Quayrat, Spijeoles, Belloc). También de las Maladetas, Aneto y de toda la cresta de Cregüeña. Un poco más distantes puede verse la Munia y el Bachimala y todavía más lejos se divisan los macizos de Monte del Perdido y del Vignemale, destacando sus glaciares.

Estuvimos tentados de bajar por la cresta que va al collado Sup. de Literola y hacer la Tuca de Literola, el Pico Royo y la Punta de Literola, bajando finalmente por el collado Inf. de Literola. No parecía difícil y había gente que lo hacía; pero faltaba Jaume para que nos diese un empujoncito.

Fotos:
Perdiguero


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