miércoles, agosto 08, 2012

Estanys de Juclar

24/7/2012
Primera de una serie de excursiones que hemos hecho por Andorra con la peque, llevándola a cuestas con la mochila portabebés. El año pasado ya estuvimos unos días por Andorra haciendo senderismo con "bombo" (Cele estaba de 8 meses) y nos gustó porque en Andorra hay muchas posibilidades de excursiones asequibles; así que este año hemos repetido, pero esta vez llevando a la peque fuera.

Hemos disfrutado enormemente durante estas excursiones con Delia, por compartir con ella nuestra pasión por las montañas y por ver lo bien que lo pasaba. Nosotros lo hemos llevado bastante bien, mejor de lo que pensábamos, a pesar que en esos momentos Delia tenía 10 meses y pesaba unos 10 Kg (hemos tenido la "suerte" que está en percentil 90), lo que unido al peso de la mochila y enseres básicos hacen unos 15 Kg a la espalda. La clave ha sido ir tranquilos y turnarnos con la mochila portabebés ... y evidentemente la motivación, que estaba a tope.

La excursión a los Estanys de Juclar es una de las excursiones indispensables en Andorra, ya que el Estany de Juclar es el mayor lago del país y encima no hay mucho desnivel a salvar. El entorno es magnifico, tanto el acceso por la Vall de Incles (que nosotros hicimos en coche, pero que se puede recorrer a pie por sendero) como las vistas de los picos que nos rodean.

Para acceder a la excursión, desde Escaldes se va a Encamp, Canilo y después de pasar El Tarter  (y antes de Soldeu) se coge la estrecha carretera de la Vall de Incles (unos 3 Km) y se deja el coche en el parking que hay al final pasado el puente de la Baladosa. Este año me pareció ver que cierran la carretera a las 10:00 y entonces hay que coger un bus.

Empezamos a caminar. Después de cruzar el río Incles se sigue por la pista forestal. Al poco llegamos a un desvío (con carteles) donde sale la senda para subir a el Estany de Siscaró. Nosotros seguimos recto hacia los Estanys de Juclar.  Enseguida cruzamos un pintoresco puente de piedra al lado de un merendero, con restos inequívocos de presencia humana dominguera (vamos, que está lleno de basura)

El camino va cogiendo inclinación y el terreno se vuelve más pedregoso. Hasta que llegamos a la Pleta de Jucal, donde el sendero llanea y si nos desviamos un poco hacia el barranco hay unas excelentes vistas de la Vall de Incles. Han construido un mirador, parece que hace poco, en honor a unas personas tristemente fallecidas en un accidente de helicóptero.
Mirador
Cruzamos la pleta, llegamos a una estación meteorología y de nuevo el camino trascurre superando bloques de piedra. Al poco llegamos a la presa del Primer Estany de Juncal (el más grande). Desde ahí se puede ir al refugio de Juclar (guardado)  o seguir hasta el segundo estany.

Primer estany
Estamos frecos así que nos dirigimos al segundo estany de día. El camino va rodeando el primer estany, ganando un poco de altura que luego hay que perder. En el descenso hay un sencillo destrepe por una chimenea (asegurado con una cuerda), que a pesar de ir con el portabebés no supone ninguna dificultad (aunque la gente nos mira raro).
Segundo estany y Pic d'Escobes
Llegamos al segundo estany, más pequeño que el primero pero en un entorno más salvaje y solitario. El estany está presidido por el característico Pic d'Escobes  (identificable desde toda Andorra). Nos vienen recuerdos de cuando rondamos por su cresta hace unos años.
Segundo estany
Aprovechamos este entorno para comer. La zona está bastante solitaria, sólo nos acompaña algún pescador que prueba suerte en el estany.

Después de comer volvermos por donde hemos venido y aprovechamos para visitar el refugio de Juclar, que tiene unas magnificas instalaciones.

Y del refugio al coche por el mismo camino de subida.

Hemos superado un desnivel de unos 550 m llevando la peque a cuestas y como nos hemos ido turnado estamos bastante descansados. Lo que nos indica que podemos plantearnos excursiones más ambicionas para los próximos dias.


El Vall de Incles es uno de los más bonitos de Andorra, o al menos a mi me lo parece. Ya lo decía Verdaguer en su poema Canigó dedicado a los Pirineos (al inicio de la Vall de Incles hay un cartel con las cuatro últimas lineas de fragmento, pero fuera de contexto no riman). Dedicado a mis amiguetes catalanes:
Vessant-se’l d’un a l’altre amb dolç murmuri,
los tres llacs de Tristany són més hermosos,
Puigdalba i Fontargent més blanquinosos
amb llur brial de neu que mai se fon.
Les valls d’Ordino i d’Incles són més plenes
d’harmonies, de somnis i misteri
als raigs que hi deixa ploure l’hemisferi,
a la serena de qui cova el món.

Fotos:
Estanys de Juclar (Vall de Incles)

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